Mucho antes de que Kiev sufriera el azote de bombardeos rusos, otra capital europea habÃa sido epicentro de la devastación producida por ataques aéreos. Era Belgrado, actual capital de Serbia, en 1999.
Este 24 de marzo 2024 se cumplieron 25 años desde que la Organización del Tratado del Atlántico Norte - OTAN hizo su primer ataque a la capital de un paÃs que no habÃa atacado a ninguno de sus miembros de entonces. Era la República Federal de Yugoslavia, gobernada por el tirano Slobodan MiloÅ¡ević, gestor de las limpiezas étnicas contra los musulmanes de los Balcanes y quien por entonces habÃa intervenido en Kosovo, territorio al que actualmente la mitad de los paÃses del mundo reconoce como soberano.
MiloÅ¡ević se rehusaba a retirar sus tropas de Kósovo, provincia que consideraba serbia a pesar de la autonomÃa que gozaba desde la época yugoslava y de que ahà los serbios eran minorÃa, ya que la gran parte de la población era albano kosovar de fe musulmana.
Ante la negativa del dictador de firmar un cuestionado acuerdo que implicaba no sólo el retiro de sus tropas, sino además la presencia de la OTAN en suelo yugoslavo, al que además Milosevic debÃa financiar, el Secretario General de la OTAN, el español Javier Solana, se comunicó con el Comandante Supremo de las fuerzas aliadas en Europa, el estadounidense Wesley Clark para dar inicio a la operación "Fuerza Aliada". Empezaba asà el bombardeo de la OTAN en Belgrado.
23 mil bombas serÃan arrojadas en todo el actual territorio serbio.
Si bien anteriormente la OTAN habÃa intervenido por vÃa aérea durante la guerra de Bosnia, atacando blancos en la república serbia de Srpska, estos fueron con anuencia de la ONU pues eran para facilitar las labores de sus Cascos Azules. Esta vez el ataque a la capital serbia no contó con el visto bueno del Consejo de Seguridad de la ONU, pero aun asà se llevó a cabo con Estados Unidos a la cabeza, por entonces bajo la administración de Bill Clinton, quien un mes antes se habÃa salvado del impeachment por el escándalo de Mónica Lewinsky. Rusia, miembro del mencionado Consejo de la ONU, no apoyó a su aliado histórico, Serbia, debido en gran parte a la polÃtica del entonces presidente Boris Yeltsin de mantener lazos cordiales con occidente.
Fue también el primer bombardeo en el que participaba Alemania desde la segunda guerra mundial. Para los alemanes, y el resto de europeos, los ataques se legitimaban por el sufrimiento albano kosovar y sobretodo por la crisis de refugiados que estaba generando la limpieza étnica en la zona. Más de 500 mil refugiados albano kosovares se dispersarÃan por Europa.
Dos episodios fueron masivamente cuestionados por la opinión pública en este ataque que ya de por sà incumplÃa el derecho internacional. El primero fue el ataque a la radio televisión serbia, en el que murieron 20 civiles. El segundo el ataque a la embajada china en Belgrado, por "error" ya que el objetivo real de las cinco bombas lanzadas por la OTAN era supuestamente la Dirección Federal de Suministros y Adquisiciones de Yugoslavia.
La operación "Fuerza Aliada" terminó el 10 de julio de 1999 tras la firma de los acuerdos de Kumanovo que ordenaban el retiro de tropas serbias en Kósovo y la instauración de una fuerza multinacional de la ONU para asegurar la paz, la KFOR.
Se dice que entre 800 a 2500 personas fallecieron durante los bombardeos, pues aún no se tiene un número consensuado de vÃctimas.
Miguel Angel Curo
Periferia Internacional
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