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Crímenes del futuro" de David Cronenberg

  • Foto del escritor: Periferia Internacional
    Periferia Internacional
  • 9 ago 2022
  • 2 Min. de lectura


En el futuro los seres humanos pierden la sensación del dolor. ¿Qué pasaría entonces con la sociedad? ¿Sería un mundo feliz ya que al no sentir dolor las enfermedades no podrían afectarnos?, pues no, en la visión pesimista de Cronenberg el mundo es más caótico y oscuro. Dentro de este mundo distópico, los seres humanos empiezan a generar nuevos órganos y con ello, siguiendo la línea Hobbsiana de que el hombre es malo por naturaleza, se generan también nuevas ideas y nuevos delitos. Hasta aquí todo lo que se puede decir como resumen general sin entrar al spoiler ya que el filme tiene una historia con muchas más ramificaciones donde la filosofía, la ética, la ideología, entre otros rodean un guion bien estructurado.


Lo bueno


Cronenberg regresa a su estilo del body horror, donde el cuerpo humano es el centro de cambios grotescos, como lo dio a conocer en su película más comercial de los 80´s: “La mosca” y lo mezcla con la idea del placer por las lesiones, como lo proyectó en su filme noventero mas famoso, “Crush”.

Las actuaciones son de primer nivel, tanto de los actores mas conocidos como Vigo Mortensen, Kristen Stewart y Leah Seydoux, como de los rostros menos famosos, sobretodo el trabajo realizado por Scott Speedman, en un papel bastante demandante actoralmente.

Las locaciones son precisas para dar esa sensación de claustrofobia, propio también del cine del autor, donde es imposible escapar a una trama que envuelve todas las relaciones de los personajes.


Lo malo


El cine de Cronenberg se caracteriza por ser invasivo al cuerpo humano, haciendo que muchos que no están acostumbrados se sientan abrumados por las imágenes, como sucedió en el festival de Cannes donde varias personas se pararon y se fueron de la proyección de este filme. Sin embargo, hay partes del filme donde el material que suplanta al cuerpo es notoriamente falso y obvio que no despierta mayor terror por su escaso realismo. Quizás en el fondo, Cronenberg lo desea así para evitar que la gente deje de ver sus filmes y se vaya del cine.


5 de 5 estrellas



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